Edu acababa de sumarse a una reunión virtual de trabajo en su departamento, pero el ruido proveniente del vecino impedía que nadie escuchara lo que decía. Mientras tanto, en el apartamento de al lado, Cauan se sensualizaba frente al ordenador, ya que trabaja para un servicio de cámara privado. Su cliente pidió diferentes posiciones y también subir el volumen de la música, y cuanto más subía el sonido, más molestaba al vecino que intentaba trabajar.
Después de varias llamadas al administrador de la finca sin resultados, Edu decide hablar con su ruidoso vecino. Pide abandonar la reunión y se dirige al otro apartamento. Suena el timbre y Cauan le pide a su cliente que espere. Aunque Edu está furioso, intenta ser amable y Cauan empieza a explicarse, pero encuentra una alternativa mejor: mostrarle a su vecino cómo era su trabajo.
Cauan vuelve a la computadora, le dice a su cliente que tiene visita y pone al vecino sentado a su lado. El cliente pide verlo, pero el chico dice que es tímido. Cauan vuelve a ser sensual. Edu se queda incrédulo y al mismo tiempo empieza a ponerse cachondo al ver a ese joven exhibiéndose ante la cámara justo delante de él. Cauan nota el entusiasmo de su vecino y se luce ante él. Incapaz de soportarlo, Edu saca su dura polla y empieza a masturbarse. Cauan se burla más hasta que Edu cierra la computadora y le da a Cauan su polla para que la chupe.
Allí mismo, en el sofá, Edu hace que el jovencito se atragante con su polla y luego le lame el culo con deseo. Golpea la polla de una vez en el suave culo y golpea fuerte. Cuando Cauan se acostumbra al tronco, lo monta hasta que su vecino le dispara semen caliente sobre él.
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