Como muchos de nosotros, Florian Mraz es adicto a ver pornografía en su teléfono inteligente. Cachonda, y con la necesidad de bajarse, se escapa para una sesión rápida en solitario. Poco sabe él, el hermano menor de su amigo está en el baño. Cuando Jay McDalley ve a Florian, el rubio intenta esconder su erección, pero Jay, tan caliente y molesto, comienza a chuparlo. Florian le devuelve el favor oral y pronto tiene su polla enterrada en el culo de Jay. Florian lo folla crudo, golpeando a la puta flaca hasta que ambos estén listos para estallar. La parte superior a pelo arroja una gran carga por toda la cara de la zorra hambrienta y hambrienta, y dentro de su boca, seguido por Jay, que se cubre todo el vientre.
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