Murillo Mota y Felipe Hernández son amigos y deciden compartir el alquiler de un apartamento, pero hay algunas diferencias entre ellos. Los dos comienzan a señalar algunas situaciones que más se molestan entre sí, haciendo que el clima se calienta entre los dos, comenzando una posible pelea.
Felipe escribe en uno de los documentos que Murillo siempre quiso darle su trasero, pero nunca tuvo el coraje. Después de ser abofeteado en la cara, Felipe toma coraje y roba un beso de Murillo dejando a su amigo sin responder y rendirse a su pareja para comenzar un sexo muy sabroso y lleno de prostitutas entre los dos para resolver todas estas diferencias de una vez por todas con respecto a todos con respecto. a las tareas dentro del apartamento.
Murillo chupa la polla de su amigo muy sabrosa dejando a Felipe delirante con la lujuria con la boca caliente de Murillo tragando toda su jugosa polla. Felipe come a Murillo de todos modos, dejando el delirante cachondo en la polla de su amigo.
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