Cuando nadie mira, la jovencita rubia Cassidy Clyde se cuela en el vestuario del gimnasio para disfrutar de su fetiche más travieso: olfatear ropa interior. Cassidy es un habitual “Goldijocks” que evita los subestimaciones si son demasiado nuevos o demasiado perfumados, pero sigue cazando hasta que encuentra un par que es correcto. Mientras Cassidy se da placer mientras olfatea sus escritos mal recibidos, entra el alto trozo de ébano DeAngelo Jackson, ¡atrapándolo en el acto! DeAngelo tiene un par de pantalones aún mejores para que Cassidy los huela: los que lleva puestos. Pronto el jovencito travieso chupa la gran polla negra de DeAngelo y lo monta hasta que la parte superior sexy se corre por toda su cara.
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