Camilo Córdoba con otro macho musculoso, ¡pero termina siendo la perra sumisa! Me gusta ir a algún lugar cálido cuando llega el invierno. Odio el clima frío. Planeo irme en dos días y quería divertirme un poco antes de la partida.
Un amigo me prestó su lugar de estacionamiento, donde podía dejar mi coche mientras estoy en el extranjero. Mi idea para esta noche era encontrar un chico lindo, llevarlo a los garajes y follarlo allí mismo. Quería hacer algo loco. Ahora tenía que encontrar un chico dispuesto a ir conmigo. En realidad, fue bastante fácil. Encontré al chico más guapo y le pedí que me mostrara el camino.
Él aceptó y empezamos a charlar.
Gracias a Dios traje suficiente dinero porque el joven tenía un increíble apetito por el dinero. Al menos su gran y dura polla y su pequeño y apretado culo compensaron su avaricia. Solo que los garajes estaban mucho más concurridos de lo que esperaba.